Hoy en día el sistema de calefacción más extendido en nuestros hogares es el sistema de calefacción por radiadores. Sin embargo, cada día se va introduciendo con más fuerza el sistema de calefacción por suelo radiante.
Este sistema, por sus grandes ventajas, se utiliza ya masivamente en toda Europa. No es casualidad que en los países con más alta tecnología en la construcción como Alemania y Suiza más del 50% de las construcciones estén ya calefactadas con suelo radiante.
La calefacción por suelo radiante consiste en una tubería empotrada en la capa de mortero que discurre bajo toda la superficie del local a calefactar. Esa tubería conduce agua caliente (a una temperatura baja en relación con otros sistemas de calefacción) producida generalmente por una caldera. El agua transmite el calor al suelo a través de la tubería y el suelo, a su vez, transmite el calor al ambiente del edificio.
La aparición de las tuberías de polietileno reticulado (PEX) ha revolucionado el mundo del suelo radiante (como también el mundo de la calefacción en general y de la fontanería).
Gracias a esas tuberías plásticas se ha reducido notablemente el tiempo de montaje optimizando a su vez la calidad y el rendimiento de la instalación. Hoy en día no es concebible una calefacción por suelo radiante que no utilice tuberías plásticas, dadas sus grandes ventajas, tanto técnicas como económicas, respecto a las tuberías metálicas.
Aires acondicionados y calefacciones